Yo me quiero casar y usted...

El casamiento es desde mi mirada, un momento tan personal como único donde se mezclan emociones, sueños, anhelos y deseos; por eso me parece poco apropiado dar consejos... lo que sí puedo hacer es contarles mi experiencia para que cada una saque sus propias conclusiones!

Como buena soñadora que soy, a los 10 años ya me dormía reproduciendo mentalmente este momento en el que sentía que mi vida iba a llegar al sumun de la felicidad...

En el barrio los chicos "rajaban" cuando me veían porque solía casarlos con alguna vecinita... es más, no voy a revelar su nombre pero entre los miembros de la pagina, hay una "novia" que casé con uno de mis hermanos... Claro que por falta de presupuesto yo oficiaba de asesora, diseñadora, organizadora del evento y en algunos casos hasta fui sacerdote...

Recuerdo haberme casado simbólicamente, porque con aquel novio nos queríamos mucho, pero eran esas épocas de "contigo pan y cebolla"
Aunque hay fotos de ese gracioso evento, no voy a revelar identidades ya que el novio esta felizmente casado.

También haberme vestido de novia para una fiesta de disfraces de las que hacía anualmente el "Rancho Cucamonga"; un querido lugar de Puerto Madryn que ya no está.

Finalmente cuando ya había perdido todas mis esperanzas, por fin, llego el momento con el que tanto había soñado; para cuando tenía 28 años.

El segundo error que cometí (no pregunten acerca del primero...) fue sentirme demasiado grande para ponerme "el vestido de mis sueños", asique elegí un modelo clásico y sencillo, eso sí; por supuesto que me gustaba. Lo diseño Moira Mora, una diseñadora de Recoleta que fue impecable y precisa de acuerdo a mi pedido.

Un corset con bordado muy sencillo en cristal de roca de shantung de seda, falda campana con un enagua intermedio y el velo de tul francés que tenia 4 metros de largo. El color que elegí fue blanco, por supuesto, lo tradicional a partir de 1840 cuando se caso la Reina Victoria, del Reino Unido, a quienes las novias de aquella época decidieron honrar eligiendo el mismo color y que quedó como tradición hasta el día de hoy; anteriormente a la era victoriana, las novias podían elegir cualquier color excepto el negro que representa el luto.
Los zapatos fueron unos stiletos de Saverio di Ricci súper altos, charolados.
El ramo y el tocado de rosas blancas.

La ceremonia fue muy linda, en la Parroquia San Francisco Solano, la de mi barrio y la fiesta fue en un salón también de mi barrio, en el que hacen su trabajo con excelencia, Alpasuma Hall.

Más allá de que el maquillaje no fue lo que esperaba ( lo que me impulso a estudiar maquillaje; por ello debo agradecerlo) y el ramo no era de Jazmín del Cabo como siempre había anhelado, ya que a finales de Febrero no es temporada; sinceramente fue todo muy hermoso y fui muy feliz ese día, sobretodo porque estaba rodeada de la gente que amo.

Por eso aquí les muestro, respondiendo al pedido de Marta; una seguidora que así lo sugirió; los vestidos que me gustan; sin importar el año de su diseño, la forma del cuerpo, el estilo, etc.

Sino respetando únicamente lo que como aprendizaje me quedo... seguir mis propios deseos, sueños, anhelos y emociones dejando de lado los juicios ajenos y en muchos casos los propios.
Aunque es una tarea que a diario debemos enfrentar; es lo que grandes personas que han llegado a mi vida, vinieron a enseñarme.
Espero que lo hayan disfrutado y si les sirve en algo, mejor aun!

Finalmente, doy mi agradecimiento por el apoyo incondicional y la amistad que me brinda día a día, a Carlos, del salón de fiestas "CELEBRER", un espectacular y hermoso lugar en Capital Federal, Buenos Aires, para hacer realidad ese sueño; que personalmente les recomiendo!