Se han escrito libros acerca de ellos, el tema son los #zapatos y el interrogante de muchos es ¿Cual es la causa de esta fascinación que hombres y mujeres de nuestra cultura, desarrollaron por los zapatos?
Desde mi opinión, los zapatos nos estilizan, nos posicionan en la elegancia y marcan la diferencia entre hombres y mujeres en una sociedad que actualmente, de muchas maneras, busca la igualdad.
Como el vestido, los zapatos son para la mujer, la máxima expresión de feminidad, pero a diferencia de el, los zapatos no son tan exigentes respecto de quien los calza, pues no hace falta tener un físico adecuado. “No importa cuanto comamos… siempre hay un par de zapatos dispuestos a enamorarnos, que nos quedara bien y nos hará sentir reinas, sin juzgar cuanto pesamos”
En las últimas décadas, la industria del calzado perfecciono sus tácticas de marketing hábilmente, presentándonos estos objetos como verdaderas obras de arte, que de esta forma se cotizan, creando en nosotras las mujeres, mayor deseo de poseerlos, logrando así a través de ellos distinguirnos.
Efectivas “armas de seducción” los tacos altos, hicieron su aparición en el siglo XVII procedentes de París y su protagonismo fue tal que llevaron en la colonia de Massachusetts a aprobar una ley que establecía que “Toda mujer, ya se trate de vírgenes, solteras o viudas, que tras darse a conocer esta Ley, seduzca o engañe con fines matrimoniales a cualquier súbdito masculino de Su Majestad mediante el uso de... tacos altos, quedara sujeta a los mismos severos castigos que se aplican a las presuntas brujas”.
Claro, estos pobres muchachos, ya entendían en aquel entonces, la magnitud del poder personal que habita en nuestro genero, teniendo que protegerse con leyes, pues voluntad o viveza para distinguirlo y rechazarlo… escaseaba parece!
Un dato interesante, en el que tuvieron intervención nuestros deseados zapatos, es el origen de la palabra "sabotaje" que deriva de "sabot", el término con que se designa en francés, a los zuecos de madera, que los trabajadores textiles del siglo XVIII colocaban dentro de la maquinaria de las fábricas "como acto de desafío" en un contexto de desacuerdos políticos.
Otro ámbito en el que tuvieron su momento de gloria, es la literatura; con el recordado y famoso cuento de hadas “la Cenicienta” en el que, gracias al finísimo y pequeño zapatito de cristal, que solo calzaba en los pies de su dueña, nuestra heroína por fin, llega a los brazos de un príncipe que era el verdadero “zapato” de la historia, pues ni siquiera recordaba el rostro de su amada…
Lo cierto es que a través de los años, de las sociedades, las culturas o las políticas, los zapatos femeninos han sido y son, protagonistas y las mujeres que los llevan también!
¿Y ahora que me pongo? Wordpress, Noviembre del 2009.